Ir al contenido principal

No sé si soy una persona triste..



No sé si soy una persona triste con vocación de alegre, o viceversa, o al revés.
Lo que sí sé es que siempre hay algo de tristeza en mis momentos más felices, al igual que siempre hay un poco de alegría en mis peores días.

-Mario Benedetti

Repetiría los mismos errores, pasaría de nuevo por las mismas largas noches de bajón absoluto, por las decepciones y los nudos en la garganta para llegar de nuevo donde he llegado.
Afortunadamente ya no hace falta. ya lo pasé. Mereció la pena. 

Comentarios

Entradas populares de este blog

Te libero..

Te libero de mi loco afán de protegerte y defenderte ante todos, de mis excesivos mimos dulces que te asfixiaban... Te libero de mi tonto interés de saber cada día más de ti; de los saludos de buenos días de los abrazos vespertinos y de los besos de buenas noches.. De mis oraciones bendiciéndote y de mis sueños abrazada y aferrada a ti. Te libero.. De mi absurda manía de tocarte, de decirte te amo cada instante.. Tanto que desgaste la frase. Te dejo libre de mi costumbre de preguntar ¿cómo estas? ¿Que te hace falta? ¿Que necesitas? Libre de mis inseguridades que me hacían complacerte, libre de mis miedos y de mis pequeñas dudas que te hacían rabiar.. Estas libre por fin.. De mis bromas tontas, de mi risa escandalosamente sonora a todas horas; libre de mi mirada que absorta te contemplaba. Te libero de mis silencios.. Esos, cuando tus pupilas se clavaban en mi y me dejabas sin palabras.. Libre de mis lágrimas infantiles cuando tu indiferencia me hería y de mis palabras &

NO ME INTERESA

NO ME INTERESA No me interesa lo que haces para ganarte la vida. Quiero saber lo que ansías, y si te atreves a soñar en satisfacer el deseo de tu corazón. No me interesa tu edad. Quiero saber si te arriesgarías a parecer un tonto por amor, por tus sueños, por la aventura de estar vivo. No me interesa cuáles planetas están en armonía con tu luna. Quiero saber si has tocado el centro de tu tristeza, si las traiciones de la vida te han abierto, o si te has marchitado y cerrado por el miedo al dolor futuro. Quiero saber si puedes sentarte con el dolor, el mío o el tuyo, sin intentar esconderlo, desvanecerlo o arreglarlo. Quiero saber si puedes estar con la alegría, la mía o la tuya, si puedes bailar con locura y permitir que el éxtasis te llene hasta la punta de los dedos, sin advertirnos que seamos cuidadosos, que seamos realistas, o que recordemos las limitaciones de los seres humanos. No me interesa si la historia que me cuentas es verdadera. Quiero saber si decepcionarías a otr